Congregación de Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario
En el año 1913, un grupo de religiosas dominicas, entre las que se encontraba M. Ascensión Nicol Goñi, llegan a Lima procedentes de España, respondiendo a la invitación del obispo de Puerto Maldonado, Monseñor Ramón Zubieta y Les, para asumir la tarea evangelizadora y dignificadora de la mujer nativa, núcleo de la familia y la sociedad.
Las primeras religiosas, inician su trabajo en Puerto Maldonado; con una decisión clara llena de amor: “evangelizar a los pobres en las situaciones misioneras donde la Iglesia más nos necesita”. Y así nace la Congregación de Hermanas Misioneras Dominicas del Rosario, para atender a los más marginados de la sociedad de entonces: los hijos e hijas de la selva del Perú. Hoy la Congregación está presente en los cinco continentes llevando el mensaje de Cristo a los hombres y mujeres de buena voluntad, desarrollando proyectos de defensa de la vida en todas sus manifestaciones y cuidado de la creación.